ESTÁNDAR: ¿QUÉ CUERNOS ES EL ESTÁNDAR?

Estándar… Estándar… Sí, una de esas palabras que empiezan a sonar ni bien entramos al mundo canino. O quizás antes, cuando decidimos que queremos adquirir un perro y que este sea de una determinada raza. Mientras que buscamos criaderos caninos serios que tengan lechigadas disponibles para la venta, también aparece el término “pedigrí”, que no se refiere precisamente a la marca de alimento balanceado para cánidos. Pero sí, es otro de esos términos que surgen y que, como “estándar”, se repiten mucho y no todos saben qué significa exactamente.

Para ser claros y concisos, vamos a decir que el estándar canino es, ni más ni menos, una lista de características; una lista más o menos extensa que describe a forma de fotografía a los ejemplares de una raza determinada. Este patrón racial puede ser más o menos importante según nuestro interés en el tema. Si vamos a adquirir un bello cachorro que sea simpático, juguetón y que nos quiera incondicionalmente, no nos va a interesar mucho al final del día si el perro cumple con el patrón étnico correspondiente. Ahora, si somos un criadero prestigioso o si deseamos que nuestra mascota participe de concursos de belleza canina, ahí seguro tendremos la lista de características étnicas de raza pegadas en la heladera.

El estándar canino es confeccionado por el Club de Raza correspondiente al país de origen de dicha raza. Luego es aceptada por la Federación Cinológica Internacional (algo así como la organización más importante que existe en el mundo canino), y el Club de Raza de cada país adopta esta misma lista que figurará en la Federación Cinológica nacional. La idea es que cuando se lleven a cabo concursos internacionales, los participantes de todas partes del mundo sean juzgados con los mismos parámetros.

O sea que el estándar del Dogo Argentino (para dar un ejemplo local) fue confeccionado por el Club de Raza Dogo Argentino, y en otros países adoptaron esta misma lista que informa sobre las características morfológicas y de carácter que debería cumplir cada ejemplar de esta raza para estar dentro del estándar.

Sí, no solo es importante conocer las cifras, por ejemplo entre qué medidas debe estar la altura a la cruz, también las formas: cómo debe ser la cabeza, la cola, la posición de los dientes, o incluso características como el tipo de pelaje o los colores aceptados.

Los “NO” también son de suma importancia en el estándar, porque pasarse de la altura a la cruz o tener una mancha de más puede dejar al perro fuera de las competencias de belleza y estructura. ¿Esto significa que el animal que adquirimos en un criadero no es puro? No, para nada. El estándar no tiene que ver con la pureza. Puede haber dos hermosos ejemplares de una raza que quizás están rozando el límite de altura mínima a la cruz, por ejemplo. Al cruzarse, en su lechigada, quizás alguno de sus hijos sea más pequeño de lo habitual, y mientras que sus hermanos cumplen justo con el estándar, él no. El pequeño seguramente no podrá concursar contoneándose por la pista, pero eso por supuesto no lo hará ni menos puro ni menos adorable que los demás.

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