REMEDIOS CASEROS CONTRA LAS PULGAS
Si bien encontrar perros llenos de pulgas durante todo el año ya es algo común, el verano suele ser la gloriosa época de las pulgas. Claro, “gloriosa” para ellas, porque para nosotros es un gran dolor de cabeza, y para nuestras mascotas, ¡peor! Pobrecitas, no paran de rascarse y es muy común que vayan dejándolas por toda la casa (¡cómo saltan!) y terminemos nosotros también rascándonos con desesperación.
Hoy en el mercado existen centenas de productos de todo tipo para combatir ectoparásitos, desde collares que deben usarse todo el tiempo, a pipetas que se colocan en el cuello y que garantizan (eso dicen) una zona libre de pulgas por aproximadamente un mes. También hay peines especiales, aerosoles, talcos y lociones que completan las estanterías de los pet shops con el mismo fin. Pero por supuesto, hay muchos dueños de perros que aseguran que esos productos comerciales que valen un dineral no sirven para nada. Otros prefieren alejarse de estos antipulgas y repelentes, porque saben que están llenos de tóxicos y no confían en que sean seguros para sus animales.
Así que en el verano confluyen los que están hartos de no poder erradicar las pulgas de sus cánidos y de sus casas, los descreídos de los productos veterinarios antipulgas y los que tienden a lo natural y prefieren recurrir a los métodos caseros para eliminar pulgas de una vez por todas. En el baúl de la abuela hay muchas opciones para sacar las pulgas y mantenerlas a raya durante el verano.
Si bien el ajo es tóxico para los perritos (de forma interna), utilizarlo macerado en agua para rociar la casa con un aerosol puede ser muy bueno. Otra buena forma de eliminarlas es usar un spray en todos los lugares en los que duerme o descansa el perro, pero a base de vinagre de manzana (un olor un poco más amigable para los animales que el vinagre común). Se realiza con iguales proporciones de vinagre de manzana y de agua, y luego se rocía.
También pueden macerarse algunas hierbas medicinales en este preparado: el cilantro, la manzanilla, la lavanda y la menta son repelentes naturales de pulgas y de otros bichitos. Se debe llenar hasta la mitad un frasco de vidrio con hierbas secas y cubrir con iguales partes de vinagre y agua, y dejar descansando por una semana como mínimo. Luego se cuela y se puede utilizar para enjugar el pelaje del animal luego del baño.
Plantar estas mismas hierbas en el jardín o tenerlas en macetas dentro de la casa o junto a la ventana hará que las pulgas elijan otro hogar para vivir. También podemos tener plantado romero y utilizarlo de la misma forma, o realizar con sus ramas una infusión (agua hirviendo sobre el romero y dejar descansar tapado hasta que enfríe) y luego pasarla con un algodón por el cuerpo del perro pulgoso.
Los aceites esenciales puros pueden ayudar a erradicar pulgas. Pero ¡CUIDADO!, “aceite esencial” no es lo mismo que “esencia”. Las esencias son las que se utilizan para aromatizar ambientes en hornitos y no son de uso tópico, por lo que no se pueden pasar por la piel (ni la nuestra ni la de los animales). La lavanda (no conveniente para gatos), la menta y el lemongrass, entre otros aceites puros, pueden dar una mano en esta tarea. Se pueden mezclar dos o tres gotitas en una cucharada llena de algún aceite vehicular (oliva, girasol, almendra) y masajear con esta mezcla detrás de las orejas del perro. También pueden agregarse a un poco de agua destilada para rociar las zonas en las que nuestra mascota pasa más tiempo. Hay que tratar de no usar mucha cantidad, porque los perros tienen un gran olfato y les puede resultar molesto el aroma.
El aceite esencial de eucalipto puro puede usarse para masajear las zonas más comprometidas. Pero también puede agregarse a una olla con agua hirviendo (o hacer una decocción de hojas de eucalipto, si conseguimos), y dejar estos recipientes en varios lugares de la casa para que el vapor aromático aleje las infernales pulgas.
Para finalizar la amplia lista de remedios naturales contra pulgas: los cítricos. Las pulgas detestan el olor y el sabor de los cítricos. Una buena manera de usarlos es realizar una decocción de varios limones o naranjas cortaditos en un litro de agua. Luego de la ebullición, apagar el fuego y tapar. Cuando se enfría, este líquido puede usarse para realizar un enjuague luego del baño del perro y dejar que se seque solo, o también para ayudarnos con el pulverizador rociando diferentes ambientes de nuestra casa.
Ah, ¡la levadura de cerveza! ¿Cómo olvidarla? La levadura de cerveza se consigue en almacenes naturales (“dietéticas”) y, aunque ahora aumentó mucho de precio por la moda naturista, es una buena aliada para deshacernos de estos bichitos desagradables. Una cucharadita por día agregada a la comida de nuestro perro, y los entendidos aseguran que las pulgas no vuelven más. ¿Será cierto? Habrá que probar…