¡ALERTA!: PERRO NUEVO EN CASA

Muchas personas no tienen inconvenientes en recibir a un nuevo integrante de la familia cuando ya tienen otras mascotas. Y claro que este no sería una dificultad si sabemos que los perros que ya tenemos no tendrán problema en compartir el hogar y el cariño familiar con otro nuevo ser que, durante los primeros días, será un completo intruso.

Por eso, si decidimos abrir las puertas de nuestra casa a un nuevo cachorrito, debemos pensar que no solo deberemos educarlo a él o a ella, sino también a los perros que ya tengamos, porque es la única manera de evitar problemas para tener una convivencia en paz.

¿El perro antiguo (por llamarlo de alguna manera) se mostrará belicoso con el perro nuevo? Puede ser que sí, como puede ser que no, y esto dependerá, por supuesto, del carácter del animal en particular. Si nuestra mascota recibió una educación canina temprana cuando era cachorro y se realizó la correcta sociabilización, no debiéramos tener inconveniente alguno, pero por las dudas siempre debemos ser cuidadosos cuando le presentemos al cachorro.

Cuidadosos no significa tener miedo de lo que pueda pasar, solo manejar la situación con cautela. No debemos esconderle al cachorrito ni mantenerlo alejado; lo mejor es levantarlo en brazos y dejar que lo huela. El olfato es la manera que los cánidos tienen de presentarse y reconocerse. Es muy probable que si tenemos un macho y este lo acepta inmediatamente, le levante la pata y lo orine, para demostrar que la nueva adquisición es de su propiedad. No lo retemos, este es un procedimiento natural entre ellos.

Además de educar al perro antiguo, debemos educar al perro nuevo. Los cachorros son juguetones y muy inquietos, en general, y van a colgarse de la cola de nuestra mascota, mordisquearle las patas y clavarle los dientes en las orejas. Ésta es una actitud normal y, por supuesto, si el perro mayor se enoja, también será una reacción normal. Evitemos confrontaciones. Retémoslos a los dos, por partes iguales, y dejemos también que el perro adulto lo ponga en su lugar.

Lo mejor cuando estamos educando perros es tratar de adelantarnos a las situaciones que se pueden presentar. En casos en que un animal se sienta desplazado, los celos brotarán y eso nunca es bueno. Así que vayamos pensando en conseguir elementos nuevos para el cachorro, como un colchón o su comedero propio, para que no se peleen por las cosas. Lo mismo corre para los juguetes o accesorios caninos que adquiramos.

Separémoslos a la hora de comer, evitemos inconvenientes y enfrentamientos (que uno coma afuera y el otro adentro, por ejemplo), y sepamos repartir cariño y atenciones para ambos lados. Si nos dedicamos a marcar las pautas para cada una de nuestras mascotas, nos sorprenderemos al ver lo bien que se llevan al poco tiempo, cómo son inseparables, duermen juntos, juegan juntos y se cuidan entre ellos.

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